domingo, 20 de octubre de 2013

Honrar tu cicatriz



Más allá del dolor: Honrar tu cicatriz 

Ninguna medalla, ningún título, ningún posgrado, vale tanto. Es digna de honra. ¿Qué? Tu cicatriz. Allí: en el centro del pecho. Las mejores personas que hayas conocido, seguro que la tienen. La que obra con dignidad, la que es capaz de compasión, la que ejerce una sabiduría que no está en los libros... En algún momento la vida patea las puertas del pecho, lo allana, lo requisa, lo saquea... Y hay quien se queda así: tapia el pecho, lo sella con múltiples cerrojos, y va dejando que se le vuelva un sótano húmedo, lleno de cosas viejas. Pero hay quien, a pecho abierto, decide aprovechar la circunstancia para volverse... más completo, y más humano. Toma aguja e hilo y, pacientemente, con la ayuda del tiempo, va juntando sus pedazos, y borda en su pecho la más honrosa cicatriz.

Pero cuidado: cuando uno está recién devastado, puede confundirse, al escuchar las seductoras voces de la oscuridad: "Esto es para siempre...", "Nunca más se cerrará...", "Nadie nunca ha sufrido tanto...", "Te lo tienes merecido, pues hiciste todo mal"....Por favor, si es así... NO LES CREAS, aunque te lo sigan diciendo. Son como los monstruos de utilería del Tren Fantasma, que espantan con sus máscaras en los parques de diversiones... Tu situación es otra: es como si fueras por la ruta de noche, y atravesaras un largo túnel subterráneo en el cual se ha cortado la luz; y te da miedo: parece que nunca va a terminar; sin embargo, ningún túnel es infinito, aunque te parezca que estás tardando demasiado en salir. Hay afuera. Hay horizonte. Pero es natural que no lo veas mientras estás mirando hacia adentro para suturar tu herida.

Si es posible, estate cerca de quienes te lo recuerden: otros que ya hayan curado su propia cicatriz.Y el tiempo pasa. Y si uno está dispuesto a no juntar moho, a no convertirse en un sótano viviente, la luz del sol penetra, cierra los tejidos de un modo insospechado. Hipócrates decía que el cuerpo tiene una naturaleza medicatriz: una inteligencia que hace que sus lastimaduras se auto-reparen. Y si el cuerpo está provisto de esa inteligencia, ¿cómo no va a estarlo lo invisible que lo anima? Aunque no sepamos cómo hacerlo, nuestro Inconsciente sí: él tiene ese don auto-reparatorio, y trabaja día y noche para que volvamos a pararnos sobre nuestros propios pies. Sólo hay que ayudarlo: confiar en el proceso, no encerrarse, no aislarse, no creerle a las voces de la oscuridad...

Y a medida que se va saliendo del túnel, aprender a honrar la herida. A convertirla en parte de tu más preciado patrimonio: la ventana hacia una visión de la realidad más sensible, más madura... más sabia.

~Virginia Gawel~

viernes, 18 de octubre de 2013


 La violencia de género verbal o gestual
 «lenguaje obsceno»

Por qué «hacerse la paja» es expresión obscena, y no lo es «masturbarse» sin duda, es «obsceno» por los convencionalismos sociales. Todos, ellos creen que no dicen «groserías», pero no saben que cuando las  emplean, el hecho de que ciertos vocablos, frases o gestos sean obscenos; es decir, ofendan el pudor.
Lo más importante de las llamadas palabras «obscenas» es su enorme carga expresiva, lo que las hace ideales para la función catártica (expresión verbal de la emoción)
de descarga emocional.


jueves, 10 de octubre de 2013

Desmontando falsos mitos sobre el feminismo

Presentación del primer bikini de la historia en París.Hulton Archives / Getty Images
El feminismo apuesta por la diversidad femenina, más allá de los estereotipos impuestos por la sociedad acerca de lo que es o no es una mujer.  Pero sí ataca un modelo de feminidad predominante que se basa en convertir a la mujer en objeto y en condicionar su identidad.
Ejemplos de ello son: la obsesión por el cuerpo y la juventud, perpetuar el mito del "sexo débil", una educación enfocada a ser "cuidadora" o la sobreprotección de la sexualidad femenina. (Por ejemplo, victimizar la llegada de la menstruación, entender el lesbianismo como una "crisis de la edad" o la ausencia de información sexual positiva para "proteger" la virginidad).
Algunas corrientes, como el feminismo cultural estadounidense, exaltan el "principio femenino" (que para ellas defiende valores como la ternura y orientada hacia las relaciones interpersonales), frente al masculino, asociado con la agresividad. Otras teorías, abogan por la superación de los géneros y apostar por las múltiples diversidades. (Fuente: Ana de Miguel. Los feminismos a través de la historia).

3. El feminismo es de izquierdas

El feminismo va más allá de las ideologías políticas de izquierda o derecha, de hecho, la igualdad de la mujer se ha manipulado políticamente por regímenes de distinto signo como el nazi o el comunista. Algunas organizaciones de izquierdas, como los sindicatos o los partidos políticos, mantienen todavía estructuras muy patriarcales y ni siquiera aplican la paridad en sus órganos de dirección.
Muchos partidos conservadores o instituciones como la Iglesia han manipulado igualmente el concepto de "feminismo" e incluso hablan de un "feminismo cristiano", que considera a la Virgen María como el referente de la plena realización de la mujer.
Si con alguna ideología puede asociarse el feminismo es con el pacifismo. Todos los avances que se han logrado hasta la fecha, derechos esenciales como el voto, la educación, el divorcio, las legislaciones contra violencia machista..., han sido impulsados o apoyados mayoritariamente desde partidos progresistas, pero los han conseguido mujeres de diferentes clases sociales, ideologías o religiones de forma pacífica.

4. Sólo las mujeres pueden ser feministas

José Luis Sampedro, escritor e intelectual español.Autor: Quim Llenas/Getty Images
Desde el origen del movimiento, ha habido hombres profeministas.Y algunos intelectuales más recientes, como José Luis Sampedro o Carlos Monsiváis, han defendido el feminismo durante toda su vida.
Sin embargo, la mayoría de corrientes feministas defienden que sea un movimiento liderado y protagonizado por mujeres, para garantizar que el debate se centre en los problemas y los puntos de vista de la mujer.

5. Muchas denuncias por violencia machista son falsas

Graffiti en Brooklyn, Nueva York, en memoria a una víctima de violencia.©Spencer Platt/Getty Images
Hay dos falsos mitos especialmente dolorosos en torno a la violencia machista. Uno de ellos es insistir en que las agresiones también se producen de mujeres contra hombres. Esta violencia, absolutamente condenable e injustificada, no llega a un 4%, mientras que el 70% de las mujeres que mueren en el mundo lo hacen en manos de sus parejas, exparejas o hombres de su círculo familiar. (Fuente:Especialista en Igualdad).
Respecto a la frase: "Muchas de las denuncias son falsas", común también en el discurso popular, en España, según recoge la Memoria de la Fiscalía General del Estado, las denuncias falsas en violencia de género supusieron el 0.024% del total de las 128.543 presentadas.

6. El feminismo no tiene sentido porque la mujer ya es igual al hombre

Mujeres de Arabia Saudí en un supermercadoAFP/Getty Images
¿En serio? Basta con leer algunos informes recientes como el del Banco Mundial para saber que la igualdad está todavía lejos de ser alcanzada. Y que los avances logrados se han hecho gracias a los movimientos feministas, algunos de ellos ya asentados en las instituciones, como en los países nórdicos.

7. Presenta a la mujer como una víctima

Manifestación del 25 de noviembre, Día Mundial contra la Violencia de Género (Andalucía, España)Foto: Juan Jiménez
El feminismo defiende el liderazgo femenino y la total independencia de las mujeres a la hora de tomar sus decisiones y emprender su propia vida. Nada más lejos del victimismo.
Pero los movimientos feministas articulan la mayoría de reivindicaciones y protestas contra la violencia machista, en la que sí hay víctimas: mujeres, niños y niñas.
Muchas de las mujeres que rechazan el feminismo y lo consideran "superado y victimista" responden al mito de la superwoman (madre perfecta, mujer hermosa, trabajadora ejemplar) que se generalizó a partir de los años ochenta, pero que actualmente ha entrado en crisis al suponer una sobrecarga de funciones y presión social sobre la mujer, sin que se compensen las funciones familiares con el hombre.

8. Las feministas no se preocupan por su imagen

Algunas muñecas fomentan la delgadez extrema©Peter Dazeley
Todo lo contrario. El cuerpo es uno de los principales focos del feminismo actual. Se ataca la llamada 'talla 0' o la excesiva sexualización del cuerpo femenino y se trabaja la autoestima femenina, ya desde la educación, para reforzar la seguridad de la mujer en el cuerpo, el placer y la salud. De ahí que se apoye una publicidad responsable para evitar enfermedades como la bulimia o la anorexia.
Ser feminista no está reñido con cuidar la estética y la imagen sino que anima a sentirse libre para construir tus propios códigos.


10.
 La paridad perjudica a las buenas profesionales9. Todas las feministas son proabortistas

Un grupo de mujeres protestas por las políticas antiabortistas de Mitt Romney.Mark Wilson/Getty Images
El feminismo defiende la libertad de la mujer para tomar decisiones sobre su sexualidad y sobre su maternidad. Defiende que se proteja a las mujeres embarazadas o que deseen ser madres, que se oriente bien la educación sexual y reproductiva, que se facilite el acceso a los anticonceptivos y se informe sobre los pros y contras de algunos métodos así como que no se legisle sobre decisiones como la lactancia materna o el aborto.
En este último caso, se trata de garantizar que la decisión de interrumpir o no el embarazo se haga con total libertad, información y seguridad para la mujer.
Cumbre de jefes y jefas de Estado del G20 en Seul, en 2010.Presidencia de la Nacion Argentina
La paridad, las cuotas del 60%-40% (ningún sexo debe superar el 60% ni estar representado menos de un 40%) no son defendidas por todas las feministas, aunque sí por una mayoría. Se trata de reequilibrar un sistema de acceso a los puestos directivos en empresas, instituciones judiciales, organismos... que históricamente ha favorecido a los hombres.
Pero la paridad no discrimina a un hombre profesionalmente más válido que una mujer, ni le quita mérito a ésta. Propone favorecer que se escoja a la mujer siempre ante dos profesionales igualmente capacitados.
De ahí la importancia de trabajar la no discriminación ya desde los procesos de selección, con varias personas evaluando al candidato o candidata, y técnicas como realizar la selección del curriculum sin ver el nombre, edad y nacionalidad del aspirante.